martes, 22 de noviembre de 2011

Goodfellas (1990) – Martin Scorsese

Una de las películas en la que se manifestaba el gusto por los gánsteres que Scorsese plasma en esta, la que podríamos llamar su segunda etapa, en la que más de una película de este corte nos entregaría el director, generalmente con el mismo reparto, numerosos actores a los que el realizador ya conoce bien, y que utiliza a lo largo de esos años. Prosigue su fructífera y prolífica colaboración con el gran Robert de Niro, así como sus habituales colaboradores Joe Pesci, Frank Vincent, entre otros. Es la historia de un grupo de gángsteres desde la perspectiva del más joven de ellos, Ray Liotta, desde sus inicios hasta la caída del imperio que habían formado, todo lo que sube tiene que bajar. Scorsese logra presentar una cinta aceptable, asimismo crea un lenguaje definido y diferenciable en su narración, consolida su estilo de esta etapa, las actuaciones son muy buenas, de actores que se nota lo mucho que ya han trabajado con el director, conocen lo que quiere, hay armonía y esa armonía genera una cinta bien realizada, con buen ritmo, buena historia y correctamente narrada, es una cinta recomendable de inicios de los 90.





El filme comienza con un trío de gángsteres que liquidan a un sujeto en una maletera. Son Liotta, Pesci y De Niro. Hay  una elipsis hasta la niñez del más joven de ellos, Henry Hill (Liotta), desde sus inicios cuando estando en el colegio ya sabía indefectiblemente que sería un gángster, completamente seducido por el poder y respeto que le daba trabajar y rozarse para los matones del barrio. Llega incluso a dejar la escuela, ahora su mundo es el mundo del hampa, y se adentra más en ello cuando conoce a Jimmy Conway (De Niro), un conocido y respetadísimo criminal. Se especializaban en robar un aeropuerto, sobornaban policías con grandes cantidades de cigarrillos, hasta que es atrapado en una de esas operaciones, enjuiciado y encarcelado, pero guardó silencio durante el juicio, no delató a nadie, es parte de ellos ahora, pasa su sentencia y sale siendo ya un joven. Va creciendo en su negocio, realizan grandes golpes junto con Jimmy y Tommy DeVito (Pesci), al mando del jefe, una especie de Don, Paul Ciero (Paul Sorvino), tienen nuevos socios, él tiene muchos contactos pese a su juventud, y conoce a Karen (Lorraine Bracco), su futura esposa. Al inicio la deja plantada, pero después la corteja, la impresiona con el lujo y el brillo de la vida del gángster, la enamora, y se casan, mientras paralelamente también triunfa en los negocios y va fortaleciendo su posición. 




Acostumbrados a matar sin pensarlo dos veces, a que todo salga y se haga a su manera, barren con todo y todos los que se interpongan en su camino, pero en una ocasión chocan con un llamado intocable que recién salía de la cárcel, Billy Batts (Vincent), lo eliminan y esto generará más de un problema, incluyendo la bizarra necesidad de exhumar su cadáver después por un asunto de negocios. Tras un mal movimiento, todos van a prisión, donde también son los dueños de todo, viven a su antojo, controlan todo tras las rejas. Pasan cuatro años, finalmente salen, y todos están algo paranoicos con lo sucedido, mientras Henry empieza a negociar con cocaína, a espaldas de Paulie. Luego, cometen el robo bancario más grande de la historia yanqui, un más que cuantioso botín, las cosas parecen salir bien, sobre todo cuando Tommy es elegido para ser iniciado, formar parte de un selecto grupo solo de italianos puros, un grupo de gángsteres intocables. Pero a punto de ser iniciado, Tommy es eliminado en venganza por la muerte de Batts, otro intocable. Comienza un día de mucho trajín parea Henry, donde tiene que mover una gran cantidad de coca, seguido por un helicóptero, es capturado, se queda sin dinero, arruinado, enemistado con Jimmy y Paulie: es la debacle de todo su imperio. Se inicia una seguidilla de juicios, donde Henry delata a todos sus ex compinches, que van presos, a cambio de protección del gobierno. Finalmente acaba siendo un sujeto común, un don nadie a su juicio, le vida de gángster queda atrás, mientras unos textos nos informan que todos terminaron en prisión.




Agradable versión del mundo del hampa de Scorsese, buena etapa del norteamericano, guiño innegable a El Padrino, con Sorvino siendo un Don al que todos piden “favores” y protección, además del apellido de Pesci, DeVITO, divertidos los guiños que hace Scorsese a Vito Corleone y todo su imperio, son buenos años para el realizador, donde entregaría sus mejores filmes de esta naturaleza. Es también rescatable la narración  que hace el director, utiliza el recurso de paralizar la imagen, la secuencia, para que una voz en off nos explique más la situación, pero la voz en off es un recurso omnipresente en el filme, de la que todos los protagonistas hacen uso, profundiza en la historia y lo que piensan los personajes, bueno el lenguaje narrativo. Se siente el bien definido estilo de esta segunda etapa de Scorsese en gran parte gracias a su crew, un grupo de actores con los que a menudo ha trabajado, que se conocen bien, esto le da un aire identificable a todos sus filmes de esa temporada, y el director se permite ciertas licencias como hasta incluir a su madre en breves secuencias, cosa que por cierto en más de una ocasión y cinta ha hecho. El experimentado director dota de un ritmo frenético a su cinta, el lenguaje narrativo mencionado colabora también a ello, especialmente los comentarios en off que agilizan y dan nuevas dimensiones al relato, los protagonistas mismos dialogan con nosotros, ellos mismos nos están contando la historia. Sin ser la mejor película de Scorsese, es muy buena, muy disfrutable, buen ejemplar del trabajo de unos de los eternos ignorados por la Academia, numerosas nominaciones a sus mejores y máximos trabajos que lamentablemente no recibieron el merecido y oportuno reconocimiento. De cualquier forma, muy recomendable la cinta. 



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