sábado, 3 de diciembre de 2011

El Río (1951) – Jean Renoir

Esta gran película forma parte de las cintas que rodó Renoir después de la Segunda Guerra Mundial, en la que su estilo ha sufrido algunas variaciones, está en otra etapa de su expresión estilística, pero obviamente, mantiene mucha de la genialidad que lo convirtió en uno de los directores mejor considerados de la historia del cine. La cinta está basada en la obra homónima de Rumer Godden, escritora cuyo libro impactó poderosamente al realizador francés, entusiasmándolo con las posibilidades que le ofrecía una adaptación de ese texto. Es así que se hizo con los derechos inmediatamente, y rodó la cinta, basada en un guión que escribió conjuntamente con la autora, y en la que se encuentra más de una diferencia, tanto en el tratamiento de los personajes, como en su injerencia en el desarrollo de la historia. Rodada en las atractivas e indómitas tierras de la India, nos presenta la historia de una niña, que va madurando, creciendo, descubriendo el amor, aprendiendo de la vida, mientras crece en ese paradisíaco ambiente, donde un río es la fuente de todas las actividades comerciales, elemento de solemne influencia que sirve de escenario a todo lo que en esas tierras acontece.

      


Tras un inicio contándonos las costumbres de matrimonio hindúes, somos bienvenidos al film por una voz femenina en off que nos dice que esta es la historia de su primer amor, creciendo en la India, en tierras aledañas a un salvaje río, una historia atemporal, anacrónica, donde todo gira alrededor de la masa de agua. Veremos escenas de barcos con muchos operarios, ellos comercian con yute, es un lugar donde su padre (Esmond Knight), es muy conocido y querido, y ella, Harriet (Patricia Walters) va recordando su infancia con él, su madre (Nora Swinburne), con sus hermanas, y con su hermano. Su hermano Bogey (Richard R. Foster), es el único hombre de la prole, y es el único distinto a los demás, no le interesan los juguetes, le interesan los lagartos y las tortugas, no le atrae la educación, él quiere ser libre y disfrutar. De pronto, el río les lleva un impensado visitante, el capitán John (Arthur Shields), un mutilado ex combatiente de guerra, al que le falta una pierna, y que es invitado a una gran fiesta que se prepara. La fiesta es un vistoso festival con muchas velas, luces, es una gran festividad con fuegos artificiales, ritualista celebración con adoraciones hindúes. Todas las hermanas están pendientes de él, pero es Valerie (Adrienne Corri), la mayor, quien tiene mayor acercamiento a él.




El capitán John no se siente del todo cómodo, se siente extraño en ese lugar, es un outsider ahí, camina, vaga sin rumbo definido, visita la factoría del padre de Harriet, y a ella, una niña todavía, le atrae mucho, se afana en tratar de conquistarlo, intenta impresionarlo con sus escritos de poesía, y compite con Valerie por sus atenciones. Ella sigue escribiendo, siempre con profundo respeto hacia el río, narra una historia sobre un ficticio Krishna y su unión con una joven similar a Melanie (Radha), joven india hija de un amigo de la familia. Mientras todas las hermanas están detrás del capitán, él se siente un extraño, su discapacidad lo atormenta, desea irse, y siente más cercanía con Melanie, pero finalmente es con Valerie con quien tiene un beso, es el primer beso de Harriet, que aunque no sea la protagonista, lo observa, es parte de él, y se siente terriblemente celosa. Mientras, el travieso e impulsivo Bogey, siempre jugando con las cobras, queriendo domarlas, muere, causando gran pesar a todos, y sentimiento de culpabilidad a Harriet. El capitán se sigue acercando a Valerie, mientras Harriet desaparece, se esconde, enfadada, pero John la encuentra, se está produciendo el cambio de temporada, cambia el ambiente, John se va, pero nace un nuevo hermano, mientras una vida cercana a Harriet terminó, otra apenas comienza.




Culmina así esta notable adaptación del gran maestro Renoir, el retrato de un mundo juvenil, infante, inocente, el crecimiento de una joven perteneciente a una familia blanca, que vive en la India, es un hermoso relato de crecimiento, al que nos vemos acercados por la voz en off de la niña protagonista. El genial realizador plasma también con cercanía las costumbres lugareñas, los dioses hindúes, las costumbres de los fieles, sus símbolos y adoraciones, muestra sus actividades desde una perspectiva íntima, y para esto, no escatima en recursos narrativos, poderosos recursos audiovisuales, paisajes, cielo, flora, el hermoso y místico escenario hindú es plasmado con correcta precisión. Es particularmente bella la secuencia del relato de Harriet sobre su concepción del dios Krishna, contrayendo matrimonio con una joven muy similar a Melanie, que baila hermosamente demostrando su amor por el dios; bella, simbólica y silenciosa secuencia. Es tierna la forma en que el director nos muestra la historia a través de los ojos infantiles de la niña, es el relato  de ese pintoresco y bucólico mundo, donde ella va creciendo y madurando, va pasando de la niñez a la adultez, descubre el amor, descubre lo que es la muerte de un ser querido, pero también aprende del ciclo de la vida, y cómo mientras una vida acaba, mientras llega a su ocaso, otra vida nace, y así se renueva ese ciclo. A este respecto, la música también juega un papel importante, música étnica, retazos del legendario Popol Vuh, que se fusiona con los salvajes y bucólicos escenarios, logrando una excelencia audiovisual propia del maestro francés. La cinta guarda, como es natural en las adaptaciones, diferencias en los personajes y su participación en la trama; así, veremos a un Bogey mucho menos preponderante en la cinta que en la novela, y por el contrario, una Melanie más participativa que la del texto, pero al margen de esa normal diferencia, -y de otras que seguramente con el texto literario se encontrarán- estamos ante una muy hermosa visión del mundo infantil, del crecimiento y madurez, descubrimiento del amor, y todo enmarcado en un bello escenario paradisíaco. Otro muy notable y recomendable título del francés.






1 comentario:

  1. esta pelicual es una joya, uno obra de arte que te atrapa del principio al fin te emociona y te enriquece como un buen libro o una buena musica. gracias por el que sibio esta peliculz

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