Michael Cimino es un director con una breve filmografía, pero que fue capaz de incluir, entre sus escasos ocho filmes producidos como director, esta enorme cinta, un monumento de la producción cinematográfica yanqui de la década de los 70s. Cimino hizo muy probablemente su mejor película con este título, y lo consiguió dirigiendo a actores de primer nivel, que incluye a uno de los íconos de la actuación de nuestra generación, el genial Robert De Niro. El buen De Niro nos entrega una de sus más antológicas interpretaciones en este drama de profundo dolor humano, en el que tres camaradas, amigos de toda la vida, que se dedican a la caza de venados como una actividad que es mucho más que un mero hobby, ven toda su existencia alterada y marcada para siempre por su participación en la guerra de Vietnam, evento donde profundos traumas transformarán sus psiquis, que significaría un antes y un después en sus vidas. Para completar el elenco que representa una trágica pero hermosa historia humana, primero tenemos a los tres soldados, aparte del mencionado De Niro, está Christopher Walken, que sería oscarizado por esta interpretación de uno de los soldados traumatizados por la guerra, John Savage como otro de los marines, John Cazale en el papel de un cercano amigo de ellos, además de Meryl Streep también como una amiga de los soldados, que se convertiría en prometida primero de uno, y amante de otro después. Espectacular cinta, inolvidable drama de gran llegada, de lucimiento para su director, con hermosas secuencias de gran belleza visual, y con un reparto inolvidable.
Comienza el filme con tres amigos que trabajan en una siderúrgica, ellos son Michael (De Niro), Steven (Savage) y Nick (Walken), que están próximos a partir a la guerra de Vietnam, y son despedidos por sus amigos, entre los que está Stan (Cazale). En ese contexto, Steven se está por casar con Angela (Rutanya Alda), una mujer mayor que él, lo que genera cierto rechazo en su familia. Paralelamente, Linda (Streep), que es muy amiga de Michael y Nick, tiene un padre borracho, abusivo que la golpea sin miramientos, por lo que ella recurre a sus dos amigos, compañeros de cuarto, para ir a vivir a la habitación que ellos dejarán vacante. Por otra parte, los amigos tienen en la cacería de venados una actividad casi mística, donde ellos comparten sus más íntimos pensamientos, deseos, ilusiones, es una actividad profundamente significativa, donde Steven les confiesa a sus amigos que desea casarse con Angela pese a las oposiciones, y así lo acaba haciendo, en una gran fiesta religiosa donde todos los amigos son padrinos, y las mujeres, madrinas respectivamente, fiesta que sirve a la vez de despedida a los tres camaradas que parten al combate, en la que veremos a Stan cortejando a una libertina señorita, a la que golpea, pero su nivel de amistad la hace perdonarlo. En esa ocasión, Linda se compromete con Nick, con quien se gustan mucho, y quedan en casarse cuando él vuelva de la guerra. Antes de partir, los amigos emprenden un último viaje de cacería, veremos venados, ciervos y cervatos. La secuencia final antes de que se vayan, es de su amigo Axel (Chuck Aspegren), tocando el piano.
Ya en la guerra, todo en tierras vietnamitas es balaceras, lanzallamas, fuego, helicópteros y muerte. En ese contexto, Steve y Nick se reencuentran con Mike. Los tres amigos son capturados por miembros del vietcong, y son obligados a jugar a la ruleta rusa, terrible juego que afecta, sobre todo, a Steve. Consiguen escapar todos, tienen una gran caída, y Steve es herido seriamente en las piernas. Nick también sobrevive, es internado en un hospital en Saigón, se recupera físicamente, pero su mente está dañada, sigue participando en juegos de ruleta rusa. Todo ha terminado, y en casa, todos esperan a Mike y Nick con entusiasmo, pero solo Mike regresa, se reúne con Axel y Stan, y frecuenta a Linda, que siempre le atrajo, y con quien consuma un idilio. Mike se muestra huraño, más agresivo que antes, y se entera, después, a través de Angela, que Steven está en un hospital para discapacitados del ejército, y va a verlo, lo encuentra con ambas piernas mutiladas, y un brazo inutilizado, lo halla de buen ánimo, pero su incapacidad le hace no desear volver a su hogar con su esposa. Pese a ello, Mike logra convencerlo y Steven regresa, mientras Nick envía gran cantidad de dinero a casa, y Mike sabe de dónde es que obtuvo ese dinero, con qué tipo de apuestas. Va a buscarlo, consigue ubicarlo, lo encuentra desequilibrado, dedicado a las apuestas en la ruleta rusa, juego en el que Mike lo desafía, le habla, le hace recordar las montañas y sus momentos de cacería, pero entonces, cuando parece tocar su corazón, Nick se pega un tiro en la sien. Triste acontecimiento, el filme finaliza con el funeral de Nick, todos reunidos, hay tristeza, y los presentes entonan un solemne canto fúnebre.
La cinta de Cimino es hermosa, tiene muchos niveles, con una primera parte que nos muestra el mundo de los amigos antes del horror de la guerra, su intimidad, sus personales universos, su cercanía, momentos en los que fueron felices, y estos momentos tienen su punto clímax en las secuencias de cacería, las más hermosas de toda la película. Estas secuencias son sensiblemente diferentes a los demás, de belleza visual desbordante, un lenguaje de la naturaleza, largos planos generales a la flora, panorámicas de todo ese indómito escenario, la montaña, la fauna, los ciervos, la cacería de ciervos es una actividad ritualista, es solemne, es bucólica, es sonora, estas secuencias alcanzan una belleza audiovisual notable, excelencia en la formalidad de su presentación. A ese respecto, la actividad es mucho más representativa cuando se medita que la cinta se titula The Deer Hunter, traducido literalmente, Cazador de Venados, la actividad tan conectiva y expresiva de los amigos, y que lamentablemente, en la traducción tenemos como El Francotirador, buen ejemplo de lo pésimo que puede ser el trabajo a la hora de traducir un título, donde se pierde todo el sentido del mismo, se desvía la intención de la película, la interpretación se ve seriamente afectada y alterada por este interminable problema de idioma. Sin duda las mencionadas son las secuencias más atractivas, las más hermosas y las más logradas de toda la cinta, y ciertamente que, a ese respecto, el director Cimino dilata la cinta, quizás sin que sea indispensable, hasta poco más de 3 horas, 180 minutos en los que no se exploró con tanto detenimiento, las bellas secuencias de cacería.
La segunda parte es donde ya plasma la parte cruda, cruel de la película, donde los amigos experimentan los peores horrores de la guerra, terribles traumas que dejarán indelebles improntas en ellos, en forma de mutilaciones físicas, como es el caso de Steven, o desviaciones psicológicas, como es el triste caso de Nick, que finalmente, absorbido por las circunstancias, queda desequilibrado, adicto al juego de la ruleta rusa, y todo desemboca en su suicidio, delante de su amigo, luego de esbozar una fría sonrisa después de que Mike lo transportara, por unos segundos, de nuevo a las montañas, donde los tres fueron plenamente felices. La historia es hermosa, y cuenta con crudeza cómo unos personajes perfectamente normales, felices, vieron sus existencias transformadas radicalmente por el más absurdo y despreciable de todos los terrores, la guerra sin sentido que arruina existencias enteras, marca generaciones completas, y Cimino lo plasma de magistral forma. Nuevamente, las secuencias de cacería de venados son de lo más hermoso, místico y espiritual, las imágenes más dotadas estéticamente hablando de toda la cinta, cinta que reposa en las actuaciones de un reparto yanqui espectacular e inolvidable, un Robert De Niro que impregna con clase todo en lo que se involucre, un brillante Christopher Walker que recibió merecidamente su Oscar, los correctos John Cazale y John Savage, además de Meryl Streep. Todo esto sumado a una dirección que muestra lo mejor del talento del realizador, configura una película inolvidable, un clásico del cine norteamericano contemporáneo. La película alcanza la excelencia.
Coincido en tu apreciación tan poética como la película lo es, maravillosas palabras que hacen volver nuevamente a esa cinta tan hermosa como triste.
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias por tus palabras y por apreciar el sitio..
Eliminares una película memorable realmente.. saludos
Coincido en tu apreciación tan poética como la película lo es, maravillosas palabras que hacen volver nuevamente a esa cinta tan hermosa como triste.
ResponderEliminarSaludos!!
Felicitaciones por los textos. Sin embargo hay que aclarar que la boda no fue "judía" si no católica ortodoxa (rusa), lo cual es adrede ya que dicha guerra expresa la confrontación del capitalismo vs el comunismo (urss-rusia). Además, los amigos combatientes no caen de una cascada, si no del helicóptero.
ResponderEliminarGracias pos visitar y apreciar el sitio, y gracias por las observaciones, estoy constantemente tratando de enriquecer y mejorar los escritos.
EliminarGracias nuevamente!