martes, 12 de junio de 2012

Temple de acero (1969) - Henry Hathaway


Recordado trabajo del realizador yanqui Henry Hathaway, un western que cuenta con la presencia del actor más representativo del género, el inmortal John Wayne, que además ganaría la codiciada y aún por entonces significativa estatuilla, el Oscar a Mejor Actor. Como no podía ser de otra forma, encarna Wayne al héroe del filme, en esta oportunidad un viejo pistolero, recio y añoso individuo, al que solicita ayuda una tozuda y recia jovencita, que busca venganza por el asesinato de su padre. El pistolero recibirá la misión de encontrarlo y ajusticiarlo, se aliará con otro personaje, también buscando venganza hacia el mismo sujeto, una búsqueda temeraria que los llevará a internarse en el peligroso territorio de los indios. Uno de los filmes más recordados del mítico cowboy John Wayne, ciertamente no sería la mejor actuación que se ha visto del inmortal actor yanqui, sin embargo le bastó para alzarse con el tan anhelado reconocimiento del Premio de la Academia, por su interpretación del duro Rooster Cogburn. Es un personaje que volvería Wayne a interpretar en El rifle y la biblia (1975), con la inolvidable apariencia del tuerto, el parche en el ojo, para un individuo que no duda en alcanzar su objetivo, aunque tenga que enfrentarse, cómo no, a numerosos enemigos que no se lo pondrán fácil, en este filme, adaptación de la novela homónima de Charles Portis, memorable y bien realizado western.


    


Comienza la acción con un individuo, parte de casa, saca su dinero y deja a su hija Mattie Ross (Kim Darby). Después, en su pueblo, ella presencia una ejecución múltiple, un triple ahorcamiento se lleva a cabo, entre ellos, estuvo su padre. Indignada, acude a la comisaría del lugar, pero no hay mucho que se pueda hacer al respecto, más, se le recomienda que recurra al recio Rooster Cogburn. Luego, comiendo, conoce ella a La Boeuf (Glen Campbell), y obtiene los efectos personales de su fenecido padre. El mencionado Cogburn (Wayne), por su parte, está siendo enjuiciado, se le acusa de veintitrés muertes, es un individuo violento. La obstinada Mattie le propone que busque a Tom Chaney, asesino de su padre, y a su secuaz, Ned Pepper (Robert Duvall), pero Cogburn cobra demasiado caro. Finalmente llega ella a un acuerdo con Rooster y La Boeuf, que también busca a Chaney, ella paralelamente se encarga de arreglos de la herencia de su padre. Inician la búsqueda los pistoleros, que inicialmente quieren dejar atrás a Mattie, ir ellos solos, pero la chica los sigue, inclusive cruza un río, y los tres juntos ya, comienzan a buscar rastros. Avanzan, capturan algunos secuaces del buscado, entre ellos, Pepper, a quien interrogan.




Avistan al buscado, se produce un enfrentamiento a tiros en el que matan a otros compinches, Pepper escapa. Cogburn y La Boeuf siempre tratan de deshacerse de Mattie, de seguir solos, pero la jovencita siempre persiste y los sigue. De pronto, es casualmente ella quien avista a Chaney (Jeff Corey), lo ataca y hiere, pero éste es auxiliado prontamente por Pepper y otros, hacen retroceder a Mattie y los suyos. La chica resulta raptada en uno de los enfrentamientos, y aunque Rooster parece tener intención de abandonarla, aparece La Boeuf, ataca a los bandidos, libera a la muchacha. Muchos de los esbirros de Chaney van siendo eliminados, y el propio Pepper es también herido. Se llega al enfrentamiento cumbre, y entre Rooster y la tozuda Mattie, finalmente liquidan a Chaney, pero ella cae en un peligroso pozo, donde hay venenosas serpientes de cascabel, es mordida, luego rescatada por Cogburn. La Boeuf, abatido durante el ataque, fenece. Rooster lleva de regreso a la chica al pueblo, donde es atendida de su herida, sobrevive, tuvo su venganza, se despiden, y Cogburn se va cabalgando.




Termina de esta forma un decente ejercicio de western en el que el director yanqui Hathaway realiza algo que ya de por sí aprueba la cinta, retratando correctamente el vasto territorio del árido Oeste norteamericano, los desolados parajes, las imponentes y majestuosas montañas y mesetas. Aprovecha el realizador las múltiples oportunidades y posibilidades que ese vasto espacio le brinda. Consigue de esta forma materializar notables y grandes panorámicas, suertes de estupendas postales del inacabable territorio de los cowboys. En ese marco, nos presenta el director su filme, de trama más bien sencilla, no demasiado elaborada, así como lo es su desarrollo, de buen ritmo, aunque sin giros inesperados o que doten de mayor emoción a la misma, empero, consigue que no se difumine en demasía el interés en la historia, siempre con la implacable búsqueda del asesino, y tiene naturalmente la cinta su clímax en el desenlace, cuando se de alcance y cacería al buscado asesino. Está la cinta enaltecida vigorosamente por las actuaciones, empezando primero por Kim Darby -un papel que se dice fue rechazado por Mia Farrow, por consejo explicito del mítico Robert Mitchum, una decisión que la Farrow posteriormente lamentaría-, excelente en el papel de la pertinaz jovencita, recia, singularmente tenaz, sorprende a recios adultos ya curtidos con su inquebrantable determinación de venganza, su ímpetu será uno de los pilares para que la misión sea finalmente cumplida. Y claro, el correctamente oscarizado Wayne, que nos obsequia una de sus más memorables y mejor logradas actuaciones, en el papel que encaja con su perfil de toda la vida, severo pistolero, rudo, recio, un perfil en el que se desenvuelve como pez en el agua, dominador de todo, es uno de sus personajes más recordados, con el inolvidable look del parche en el ojo, y claro, repetiría plato con el mismo personaje seis años después, evidenciándose que es uno de sus papeles más queridos. El filme es un buen ejercicio de western, no descolla a la altura de obras maestras del género, pero se realza por las correctas interpretaciones, las mencionadas, a las que se suma un siempre eficiente Robert Duvall, cumplidor ya desde entonces, y una eventual participación de Dennis Hopper. Memorable filme, enaltecido por un reparto de primer nivel, encabezado por el mítico Wayne, ganador del Oscar.











2 comentarios:

  1. Sin duda una grab película, con el mitico john wayne al que le otorgaron el oscar por esta pelicula que debieron haberle entregado muchos años atras por su actuación en Centauros del Desierto.

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  2. Gran cinta.. gran actor.. gracias por visitar el sitio!

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