El norteamericano Hawks, que en el pasado ya nos ha dado inmortales e innumerables muestras de su genialidad, en esta oportunidad presenta una película enorme, a la que logra potenciar utilizando todos los recursos de que dispone, para convertirla en una auténtica joyita, y claro, cómo no hacerlo, si se tiene a la mítica dupla Humphrey Bogart-Lauren Bacall. La película es más notable aún cuando se reflexiona que esta película significó el debut de Lauren Bacall, aquella inmortal y poderosa actriz, que tuvo su iniciación de la mano de Hawks, y acompañado por su querido Boggie, su futuro esposo. La película tiene un correcto ritmo, que mantiene la atención centrada en la acción, y por supuesto, las actuaciones son espléndidas, un ya curtido Bogart hace las delicias de su acostumbrado rol de hombre duro, y la Bacall hace un debut digno de una actriz legendaria como ella, de una gran actriz que empezaba a escribir su historia en Hollywood, y qué manera de irrumpir en el escenario hollywoodense.
Harry Morgan (Bogart) es un capitán marino yanqui, expatriado que escapa hacia Martinica, en compañía de su alcohólico amigo y colaborador Eddie (Walter Brennan), es respetado por los marinos. Allí se va relacionando con miembros de la Resistencia francesa, y conoce a la cantante de un bar, Marie Browning (bella la Bacall), o ”Slim” (flaca), como él la llama. Ella también está huyendo, es astuta, taimada, igual que él, por lo que las buenas sensaciones entre ellos van brotando, la mutua atracción es inmediata, se siente real, y, ciertamente, fue real. Pronto, agentes de la Gestapo volverán turbulento y conflictivo el ambiente, mientras a Morgan se le propone que recoja en su bote a un líder de la Resistencia, lo cual él no acepta. Termina aceptando la proposición y recoge al líder y a otro pasajero inesperado: su atractiva esposa. Son atacados por las brigadas de agentes y el hombre es alcanzado por uh disparo. Morgan se encarga de extraer la bala del herido, y oculta a los fugitivos, mientras agentes de la Gestapo lo presionan para que los entregue, lo cual el recto e incorruptible Morgan rechaza y decide partir y dejar todo atrás. Presionado constantemente por los agentes, el recio Morgan los somete, recupera a su secuestrado amigo Eddie, y no entrega a los rehenes, para finalmente irse de Martinica con su querida Slim y su amigo Eddie.
Muchos son los aspectos destacables de esta película, por un lado el ya de por sí notable dato del debut de la Bacall. Pero potenciando ese dato, vemos a una Bacall que desde su inicial incursión se muestra como toda una ducha actriz, y con su sello personal de actuación: es una mujer muy determinada, sensual, imperial, todo en su papel debutante, realmente excelente. A esto se suma otra constante que se hará patente en las futuras colaboraciones Bogart-Bacall, y es que es la primera película que estelarizan juntos, sin embargo la química ya está ahí, ellos actúan como si fuera su quinta o sexta película juntos, como si ya se conocieran, como si ya hubieran estado juntos de las diferentes formas en que posteriormente lo estuvieron, es como contemplar la vida real al verlos reunidos. Interesante también es ver a Lauren en su principiante papel como una cantante de bar, interpretará no pocas canciones durante el filme, cantando con su estilo, un canto dulce, fuerte, pero sensual, ella, desde el comienzo, es toda una señora actriz. Tuvo Hawks la fortuna de “descubrir” a esta súper dupla actoral, y tuvo la maestría suficiente como para manejar a sus dirigidos y crear esta digna muestra de su muy extensa y reconocida filmografía, imperdible.
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