domingo, 29 de julio de 2012

El gran gato (1949) - Phil Karlson


Suspenso en esta singular película del director estadounidense Karlson, en el que por un lado decepciona al espectador, pero por otro, agradable sorpresa sabrá generar. El realizador norteamericano nos introduce en el Oeste yanqui, una alejada ciudad a la que arriba un joven citadino, visita por vez primera el suelo en el que su progenitora, fenecida, nació. Va en busca de nuevos horizontes, pero lo que encontrará será distinto a lo que su madre le describía, hallando un inhóspito territorio, asolado por sequía, que ha generado, en consecuencia, que un salvaje puma se acerque hasta el pueblo, poniendo a prueba máxima la entereza y determinación del citadino muchacho, que se tendrá que ganar a pulso el respeto de los lugareños. Moderada y discreta cinta, que no contiene mayor profundidad ni complejidad en su contenido, exceptuando un inesperado tratamiento a las secuencias con el que se erige como protagonista, el gran felino que atormenta a los pueblerinos. El puma y sus acciones serán retratados con una cercanía y efectividad que sorprende, rozando por momentos la naturaleza del documental el filme, por lo que realza los bonos que otras flaquezas de la obra constituyen. El filme, en su modestia, no cuenta con actores de mayor renombre ni prestigio, y está estelarizada por Lon McCallister como el citadino individuo que encuentra impensada aventura, Preston Foster y Forrest Tucker como lugareños en disputa, y Peggy Ann Garner como la fémina que de él quedará prendada.

       



Una voz en off nos da inicio a la acción, es 1933, es territorio yanqui, Utah, un individuo rememora cómo se animó a ir a vivir a ese alejado lugar, eran los años de la Gran Depresión, escaseaba el dinero. Se trata de Danny Turner (McCallister), que al llegar al lugar donde su madre nació, halla a un puma cazando vacas, y a Tom Eggers (Foster) intentando darle caza, pero Danny termina entorpeciendo su labor. Eggers tiene instantes después un roce con Gil Hawks (Tucker), otro lugareño, con quien se notan viejas disputas. Danny, proveniente de Filadelfia, se va familiarizando con el territorio, y sus escasos pobladores, entre ellos el cartero, Matt Cooper (Irving Bacon), que está casado con Sara (Sara Haden), con quien tiene una hermosa hija, Doris (Ann Garner), a ambas les cuenta del novato citadino recién llegado. El citadino, con mucha confianza se adentra en la residencia de quien su madre le referenció muy bien, y este individuo resulta ser el propio Egger, quien, al enterarse de quién es hijo el joven, lo aloja y trata bastante bien, además de informarle la actualidad de la localidad, las sequías han atraído a un temible puma que atormenta el lugar matando al ganado, y Tom busca obtener la recompensa por matar al felino.




Acompañado por su leal cánido, Eggers en vano intenta dar caza al puma, crece la impaciencia en los demás pobladores, particularmente en Gil. Al ser presentado ya a todos los lugareños, descubre Danny que Gil es su tío, hermano de su madre, y se entera además de una vieja rencilla que éste tuvo con Eggers por el agua del lugar, ambos casi se matan, y producto de eso, Nancy, su madre, se fue, no se casó con Tom, entonces su prometido. Mientras Doris está entusiasmada con el recién llegado, Tom le dará alojamiento y un trabajo en su casa. El puma mata más animales, Gil, harto ya, va en busca del felino, y de la recompensa. Así, Hawks se embarca junto a sus hijos Jim (Skip Homeier) y Wid (Gene Reynolds), a la cacería, junto a Matt, Tom y Danny, pero éste último manifiesta su total inutilidad en este tipo de labores, despertando burlas en sus primos. Pese a los agasajos que Doris le profesa, Danny decide irse, pero antes de hacerlo, se desata intensa pelea, Tom contra Gil, y Danny contra sus primos; tras esto, el citadino conversa con Tom, reconsidera su decisión, se quedará a ayudarlo a cazar al puma. Pero, tras una nueva inepcia del joven, Tom resulta eliminado por el felino, el furibundo joven de ciudad va a por el animal, para lamento de Doris. Con el perenne apoyo del can, sorprendentemente Danny liquida al puma, se gana el respeto de todos, y se quedará en el rancho de Eggers, y con Doris.




Discreto aunque por pasajes entretenido filme, en el que destacan nítidamente las secuencias en las que se retrata al felino y a sus salvajes actividades, con un tono documental que ciertamente realza al filme, y estas imágenes se plasman prontamente, pues en las primeras secuencias, antes incluso que los humanos aparezcan en acción, el poderoso felino ya se desenvuelve en los que se han vuelto sus dominios, cazando, apreciándose esa suerte de agradable y sereno documental, que se mezclará con la mundanidad de la vida en el desierto. Son en efecto tomas notables, trabajar con una fiera de esa naturaleza, y generar secuencias creíbles y consecuentes con las acciones de la historia es un punto a favor de la cinta, se le saca buen rédito a ese aspecto, se siente más verídica y auténtica la discreta obra. Y es que, fuera del felino y la perenne e implacable cacería a éste, el filme no tiene mayor interés, ni su guión, ni las situaciones sin mayor importancia que en ese desierto suceden, exasperando particularmente ver al inepto citadino estropear sendas actividades de Tom, ni siquiera come carne, y eventualmente, gracias a su estupidez de olvidar la escopeta, su benefactor fenecerá. Vale mencionar que en determinados segmentos queda en evidencia que se trata efectivamente de un felino joven, un joven puma que mantiene igualado combate con el cánido local, en esta suerte de western, una variación peculiar de western en todo caso, en el que los caballos y los pistoleros ceden su lugar al inmigrante felino salvaje que devora reses y yeguas. Filme que puede entregar ciertos momentos de amenidad, de entretenimiento, pero no se le puede exigir mucho más a un trabajo tan limitado y discreto.


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