viernes, 20 de abril de 2012

Querer es un sentimiento (1990) - Francesca Archibugi


La italiana Francesca Archibugi es la directora que nos presenta este muy atractivo drama con ciertos tintes de política, pero, más que nada, sobre las conflictivas relaciones familiares de un anciano hombre, que en el final de su vida se acercará a su nuera y a la hija de ésta, su nieta. Un intelectual hombre, de filiación comunista, que en los últimos años ha estado alejado de su hijo, de pronto recibe la inesperada visita de éste, su mujer lo ha abandonado, se ha ido dejándolo con su hija, y poco después, aparece la mujer, que tiene afinidades liberales en sus concepciones, aunque no bien delineadas, y por su pensamiento y acciones, chocará frontalmente con el conservador abuelo, que se acercará mucho a su pequeña nieta. Ambos, suegro y nuera, irán congeniando, pese a sus diferencias, pero al final, más podrán el ímpetu y fuerza de la juventud de ella, que se marcha con la niña, dejando al anciano solitario. Lo mejor de la cinta, naturalmente, será ver al encargado de encarnar al protagonista, el siempre excelente Marcello Mastroianni, maduro ya, aportando toda su clase y distinción, la experiencia de uno de los actores más brillantes de las últimas décadas, que en la etapa final de su carrera, sigue dejando patentes muestras de su seriedad y genialidad. Completan el reparto Sandrine Bonnaire y Giorgio Tirabassi, en este intenso y serio drama realizado por la italiana Archibugi.

       



Da inicio la acción con una anciana y una pequeña niña, en un vehículo de estilo hippie, la infante se llama Mescalina, en honor a los hongos. Entonces aparece el Profesor Bruschi (Mastroianni), en su despacho, escribiendo una carta a la pequeña, a quien llama Ocas, afirmando que leerá la misiva cuanto tenga 18 años, cuando todo sea diferente. Se apersona después a su casa Oliviero (Tirabassi), su hijo, afirma que su mujer lo ha abandonado por irse con otro, llega con la pequeña Ocas (Lara Pranzoni), singular niña que tiene una amiga imaginaria. Ambos se quedan a vivir con Bruschi, presenciando la niña el solitario mundo del profesor, con escasos conocidos, salvo su ex mujer, la abuela, y dando paseos. Es entonces que aparece Stella (Bonnaire), la madre, irresponsable y liberal, que quiere llevarse a su hija. Oliviero se ha retirado al campo, a pastar cabras, y Stella, abiertamente en contra del comunismo, ideología de Bruschi, también evita el consumismo, cayendo en ridículas e imprácticas costumbres, se lleva a su hija y vuelve de madrugada, ebria y con otro compañero sexual, despertando furia en el abuelo. Quiere llevarse a la fuerza a Ocas, que desea quedarse, peleando fuertemente con Bruschi y su ama de llaves, Elvira (Zoe Incrocci). Finalmente tanto ella y su hija se quedan. 




La amiga imaginaria de Ocas “fenece”, y, por su ritmo de vida, Stella tiene un accidente, se rompe la pierna y está enyesada. Ante esto, Bruschi y su nuera se reconcilian, tratan de convivir pacíficamente, forzosamente Stella se calma, por su condición, aunque su mente sigue en sus aventuras, y hasta propone sexo al profesor. A su manera, ambos van estrechando sus vínculos. Ocas va por unos días con su padre, con sus cabras y las extrañas personas con quienes convive. Mientras, es hora de sacarle el yeso a Stella, Bruschi cuida siempre de ella. Ella va recuperando la locomoción, y los tres, con Oliviero, van viviendo como una familia. Inevitablemente, ella vuelve a las andadas, hay problemas con la policía, pero el lazo con el profesor ya está creado. Sin embargo, Stella vuelve a reunirse con sus amigos, uno en particular, con quien desaparece por una semana entera, y al volver, afirma irá a una gran reunión de su gente, quiere llevarse a Ocas. Bruschi se opone, discuten nuevamente, pero en esta oportunidad, es Stella quien se impone, se marcha, saca a la nieta de la vida de Bruschi. Finalmente, el profesor se queda como empezó, solitario, y escribiendo la carta que Ocas deberá leer cuando tenga edad suficiente para entender lo que sucedió, cosa que ni el propio Bruschi logra del todo.




Entrañable y agradable cinta, que nos sumerge poderosamente en el mundo del estudioso profesor, conservador, pero de pensamientos sólidos y bien cimentados. Refinado individuo, gustoso de la ópera, y del violoncelo, es un erudito, retirado profesor de filosofía, busca la tranquilidad, añora la enseñanza, su rutina solitaria sufrirá un severo cambio sin que él lo imagine. A su vida llega primero su hijo, un inepto cuya existencia nunca fue relevante en demasía, y, más importante, llega la mujer de éste, Stella, liberal joven, gustosa de la drogas, adepta al liberalismo y anticomunismo, aunque su filiación será ciertamente sin fundamentos, sin bases sólidas, conduciéndola a prácticas absurdas, que atentan contra su bienestar y el de su hija. Es más juventud que cabeza, es más un reflejo de rebeldía que una ideología cimentada, insensata que busca dar la contra al sistema, represión y el consumismo, aunque con esto más se perjudique a sí misma que diferencia alguna que haga; derrotada y rebajada por su estupidez hasta a morder, literalmente, el polvo, la tierra, no se percata que de su vida puede hacer lo que desee, pero también perjudica a su hija. Ella engendra a Ocas, a quien llama Mescalina, por el delirante hongo alucinógeno, es una singular niña, avivada, inteligente y despierta, habla del comunismo con su innata inocencia, maneja inteligentemente la relación y situación de su insensata madre. Tiene una amiga imaginaria, por lo que ambas se convierten en Ocas, y la imaginaria niña fenece, simbólicamente, cuando se quedan con el abuelo, ella va madurando, probablemente más que su propia madre.



Ambos mundos, antagonistas, la liberal joven y el conservador y rígido anciano libresco, de pronto se ven conviviendo, es allí donde nace y se cimienta el intenso drama de la cinta, es una relación de amor odio, que alcanza momentos de ambigüedad. Ella, proponiendo sexo al maduro profesor, y éste, que la considera insensata e irresponsable, inesperadamente ve despertar cierta atracción, es imposible olvidar el momento en que afeita su pierna, y toda esa situación. Así, los polos opuestos terminan congeniando, queriéndose inclusive, siendo apoyo el uno del otro, más de lo que cualquiera de los dos hubiera imaginado, el viejo profesor cuida de Stella, cuya desordenada vida de excesos le pasa factura, tanto físicamente como a su propia existencia. La realizadora italiana nos aproxima más poderosamente a esta historia narrándonos todo a modo de reminiscencias del erudito profesor, todo es un recuerdo de la más vivida experiencia sobre el final de su vida, y los pensamientos en off del profesor terminan por involucrarnos en los acontecimientos, todos los que terminan por ser contenidos en la misiva que escribe a Ocas para cuando madure. La cinta está realzada por la siempre elegante, distinguida y sobria presencia de un gigante actoral como lo es Mastroianni, con toda la parsimonia de sus años finales, en la que papeles como éste serán a menudo de su elección, sus interpretaciones tienen toda la seriedad, eficiencia y contundencia que un soberbio actor como éste ha tenido, y a quien los años no hicieron más que consolidar. Así se configura este bello drama, la juventud y la experiencia juntas, pero separadas a la vez por un mundo entero, por sus distancias ideológicas, por sus praxis, pero que por un momento, salvan esas distancias por la niña. Muy agradable me resulta el final, en el que el viejo ignora ya quién tenía razón, si él o la madre de la destinataria de la carta, es ya otro mundo, es el mundo de los jóvenes, todo lo que vemos corresponde a la breve estadía de Ocas en su casa, a la efímera irrupción de ésta en su vida, en la vida del gastado individuo que se compara con una senil jirafa. Un personae que finalmente, moriría como vivió, tras dormir toda su vida en el cuarto donde nació, y trabajar en el despacho donde lo hizo su vida entera, tal y como Stella describe, y preguntándose si podrá una adulta Ocas entender qué sucedió entonces, cosa que el propio erudito no es capaz de hacer, mientras se despide con nostalgia de la vida. Hermosa cinta, hermoso ejercicio cinematográfico europeo de la última década del siglo XX.








2 comentarios:

  1. Hola! ¿Sabés dónde puedo encontrar esta peli? La vi por Europa Europa hace un montón y me encantó.

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    1. Es exactamente donde yo también la vi. Lamento no tener un link, pero puedes buscarla en internet.

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