Esta es la historia de Luke, un presidiario que hace honor al título traducido en Latinoamérica del filme, La Leyenda del Indomable, un auténtico indomable, presentado en la forma de un presidiario que nunca se resignará a permanecer recluido, nunca se dará por vencido, y que, finalmente, prefirió la muerte a seguir engrilletado, privado de la libertad. El encargado de encarnar a tan indómito personaje es el gran Paul Newman, uno de sus roles de juventud, uno de los que le harían muy popular y prestigioso. El filme recogió algunos reconocimientos y nominaciones, incluida una al Oscar de actor principal por el propio Newman, y otra al actor de reparto, George Kennedy, que acabó llevándose la estatuilla en esa categoría. Sólida le película, sin llegar a ser una cinta inmortal, es el retrato de un gran actor, en sus años de juventud, y plasmando los bríos y la fuerza propios de esos años, la cinta se ve reforzada por su actuación y la de Kennedy, y sin duda es un pequeño clásico que deja satisfecho al televidente con una historia sencilla, pero bien lograda.
Luke es un destacado ex combatiente de guerra, que va a prisión por una nimiedad, destrozar unos parquímetros en estado de ebriedad. Se va familiarizando con la prisión, los presidiarios, las costumbres y los eventos, como una voluptuosa y provocativa rubia que limpia su automóvil en presencia de los reclusos, todo un acontecimiento, y memorable la escena. Con el pasar de los días, se va haciendo notar por sus compañeros, sobre todo por Dragline (Kennedy), con quien después de tener una pelea, y de recibir una golpiza, se vuelve su favorito, casi su protegido. También recibe la visita de su madre, Arletta (Jo Van Fleet), una sufrida mujer que cuenta las dificultades que tuvo para amar a su hijo, hermano de Luke. Luke se va haciendo el recluso más popular de prisión, sobre todo cuando se corre una singular apuesta, y él, patrocinado por Dragline, es retado a comer 50 huevos duros en una hora, en lo que triunfa, gana la apuesta, dinero y respeto.
Su madre fenece, y Luke se va quedando sin cosas que le importen, por lo que, en la festividad del 4 de Julio, empieza a tramar su escape. Es así que escapa por primera vez, evade a unos ágiles canes, brinca cercas, pero es capturado y engrilletado, cosa que no lo hace escarmentar. Todo lo contrario, los grilletes lo motivan a volver a escapar, lo que hace ayudado por unos negros a cuya finca llegó, despista a los canes con condimentos picantes, pero nuevamente es capturado. Su indomable determinación divide opiniones entre los reclusos, frecuentemente golpeado por los centinelas, aparentemente se rinde y somete a ellos. Pero es solo una pantalla, pues por tercera vez escapa, en un camión, esta vez con su amigo Dragline, pero después se separan. En una casa abandonada, un agotado Luke habla con Dios, pero nuevamente es encontrado por los policías, sitiado, Dragline le dice que se entregue, en cambio, Luke se hace disparar. Fenece Luke, acaba siendo recordado y admirado en la prisión, Dragline, ahora engrilletado, se encarga de mantener viva su leyenda.
Entretenido filme, siempre enaltecido por la presencia de un correcto y serio actor, Paul Newman en sus años jóvenes, brindando una actuación no en vano reconocida con una nominación al Oscar, en una época en que esos premios todavía eran decentes y respetables reconocimientos. Cuenta pues, con buenas actuaciones, y a los dos mencionadas, se suma un muy breve papel de la madre de Luke, Arletta, Jo Van Fleet aparece en ese efímero papel, pero ella logra una actuación tan breve como compacta, el único personaje ajeno al micro mundo de la prisión. Luke es un personaje más complejo de lo que a primera vista parece, es un individuo fuera de lo común, alguien que con sus credenciales, no tiene porque estar en esa prisión, es un original, como lo dijo Dragline, un indomable que jamás pensó en resignarse y aceptar estar recluido irremediablemente, su inquebrantable resolución lo lleva finalmente, a elegir la muerte en vez de seguir con ese claustro, sin complicaciones, lacónico, solo habla cuando es necesario, y habla con propiedad. Uno de los méritos del filme son sus frases célebres, dispersas en toda la cinta, y la mayoría provienen de Luke, de su mente despejada, pensamiento claro y fluido. Una bien trabajada historia, simple, directa, concisa, y claro, el aliciente del buen Paul son ingredientes que convierten a la película en interesante y recomendable.
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