Entretenido y atractivo western
el que tenemos ante nosotros con Naked
Spur, que se conoce como El precio de un hombre o Colorado Jim en
zonas latinoamericanas. Anthony Mann
dirigiría una cinta que presenta ciertas variables del western más
convencional, y nos presenta la historia de un individuo, un caza recompensas,
que tiene cierto oscuro pasado a cuestas, y que ahora busca sacar rédito a una
recompensa, capturando a un buscado pistolero por cuya cabeza se ofrece una
considerable suma de dinero. Para la misión, se le sumarán impensados socios,
un ex militar y un viejo oportunista, que, sumados al bandido, iniciarán el
trayecto junto a la atractiva novia del facineroso. De desarrollo sencillo y
compacto, el filme será un viaje por todas las peripecias y martirios que deberá
sobrevivir el sufrido caza recompensas, acompañado de sus menos que confiables y
no planeados socios, mientras se va enamorando de la bella fémina, que va
cambiando de bando conforme avanzan en la travesía por el Oeste yanqui. Uno de
los atractivos del filme es sin duda su alturado reparto actoral, empezando por
el entrañable James Stewart, como el protagonista buscando recompensa, además
del gran Robert Ryan como el pistolero cuya existencia significa dinero, y la
inmortal y bella Janet Leigh como su compañera. Compacta y bien rodada,
enriquecida con algunos elementos visuales notables, la cinta configura un
correcto ejercicio del género por excelencia norteamericano, el western.
Iníciase la acción con Jesse Tate (Millard Mitchell), un maduro hombre, que es abordado
por Howard Kemp (Stewart), individuo que está buscando a un pistolero, y, con
dinero de por medio, convence a Tate de que le muestre un rastro fresco de
quien piensa es el que busca. Avanzan hacia el rastro, se topan con unas colinas, se generan derrumbes, y se encuentran en su camino al teniente Roy
Anderson (Ralph Meeker), quien los ayuda, pues se suceden las caídas de
rocas. Tras escalar la colina, encuentra a Ben Vandergroat (Ryan). Pero Vandergroat no está solo, está
con su chica, Lina Patch (Leigh), que junto a Ben son sometidos, revelándose
que por la cabeza del buscado bandido, se ofrecen $5,000, dinero que ahora se
deberá repartir entre los tres socios. Emprenden el viaje los tres recelosos
captores, a Ben le conviene prolongar el viaje y estimular sus codicias.
Durante el trayecto, Anderson se muestra inquieto y acosa a Lina, los tres
están preocupados por el dinero, mientras un indio los acecha a lo lejos.
Acampan ya de noche, descansan, Ben, maniatado, se muestra ameno con todos.
Siguen avanzando al día siguiente, avistan ellos a los indios, que los
alcanzan, están tras de Anderson únicamente,
Severa batalla se
produce, venciendo a los indios, pero resultando herido Howard, Lina lo
atiende, tiene él delirios de una mala experiencia pasada con una mujer. Continúan
al día siguiente, Howard y Lina se van acercando, Ben lo nota, y astutamente le
dice que lo distraiga cuando sea su turno de vigilar. Así se
hace, estando en una cueva, intenta Ben escapar, pero sin éxito. Avanzan, se van enemistando
con el codicioso Anderson, pero una vez superado el obstáculo de un río, la avaricia
despierta en Jesse, tentado por una supuesta gran cantidad de oro que Ben ha
escondido tras sus robos. Tras maquinar, libera al bandido, y con Lina, los
tres salen a hurtadillas en busca del oro, pero apenas tiene oportunidad, Ben
se libera, reduce y elimina al viejo. Además hace disparos para atraer a Howard
y Anderson, es una trampa; Lina interviene y salva a los emboscados. Ya
salvados, se produce un tiroteo, del que finalmente resulta eliminado Ben, pero
el cadáver cae al río, y Anderson, por salvar la recompensa, es llevado por el
caudal. Solo Howard y Lina quedan, él
quiere el dinero para recuperar una tierra suya, pero ella lo conmueve, le dice
que deje el dinero, y que inicien una nueva vida juntos, cosa que finalmente
Howard hace.
Compacto filme, que tiene como uno de
sus principales aciertos y alicientes, la forma en que el director retrata el
vasto e imponente escenario, como siempre en un buen western, los amplios
espacios abiertos cobran importancia vital, y el director sabe plasmarlos en el
filme. De esa forma, nos presenta las inmensas e imponentes montañas, la verde
flora que se combina con el cielo azulado, el cromatismo que consigue con esa
naturaleza sirve de excelente escenario para las acciones, una composición que
deleita, incluyendo majestuosos y estupendos nevados, un magnifico retrato de
la naturaleza en todos su esplendor para albergar la historia representada.
Grandes panorámicas, poderosos ríos también, pacíficos lagos, nublados cielos,
aprovecha el director el amplio abanico de posibilidades que se le ofrece, y
enriquece mucho así el aspecto visual de su filme, potenciado por una buena
fotografía, enmarcarán siempre todo lo que sucede. Y claro, el reparto, que es
gran aliciente, comenzando por James Stewart, que tiene algunas sorpresas cowboyeras
a parte de la presente, como El hombre que mató a Liberty Balance (1962) del gran John Ford, o con Arizona (1939) de
George Marshall,
acompañado por la legendaria Marlene Dietrich; la participación de Stewart como
siempre realza el filme, correcta la interpretación del cumplidor Jimmy. El
otro gran protagonista, el memorable y también habitualmente eficiente Robert
Ryan, con también experiencia en el rubro -The Professionals (1966) de Richard Brooks-, si bien su papel no le
exigía demasiado, como de costumbre sabe cumplir el buen Ryan, su presencia siempre es positiva. El
elemento atípico y tan atractivo como pintoresco es la hermosa Janet Leigh, la
inolvidable rubia también es seria en su interpretación, el elemento femenino
dentro del filme. Cuenta además la película con un acompañamiento musical
sencillo, liviano, que sabe complementar lo que sucede. Así se configura un
western sencillo pero rescatable, en el que los indios, otros protagonistas
también, tienen ahora un papel casi testimonial, y a parte de la fuerza visual
descrita, no encuentro mayores virtudes en la cinta. Digerible y decente
ejercicio de western, enaltecido por sus figuras.
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