Interesante filme yanqui que es obra y gracia de una dual
colaboración, en la que tendremos el privilegio de ver desenvolverse a los
realizadores norteamericanos John Frankenheimer y Arthur Penn, ambos reúnen sus
talentos para materializar este trabajo, un filme más bien sencillo en el que
se recrea un episodio ocurrido después del mayor conflicto que la humanidad
hasta ahora conoce, la Segunda Guerra Mundial. La cinta nos transporta a los días en que se finiquitaba el mencionado conflicto bélico, cuando las fuerzas de los
Aliados se aproximan a París, es entonces que un alto mando nazi se decide a
robar una valiosas y hermosas pinturas francesas, cuadros en su mayoría
impresionistas, que intentará a toda costa llevarse discretamente, pero
encontrará la férrea resistencia francesa que buscará evitar el robo, una
delegación encabezada por un obstinado inspector de tren, además de adeptos de
la mencionada resistencia. El filme tiene buenos momentos de acción, una
narrativa que sabe mantener el interés por la cinta, además de estar
interpretada por un atractivo elenco estelar, encabezado por el notable y
recordado Burt Lancaster como el principal opositor de los germanos ladrones de
arte, y Paul Scofield
como el ladrón de cuadros, en los roles principales. Aceptable filme comercial,
que tiene como uno de sus alicientes al realizador Arhthur Penn, que doce años
después supo entregarnos la tan bizarra como notable Duelo de Gigantes (The Missouri Breaks, 1976), juntando a los titanes Marlon Brando y Jack Nicholson.


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Arthur Penn |
Filme que tiene ciertos pasajes
atractivos, como el inicial segmento, en el que una mujer fogosamente habla de
lo mayúsculo del arte francés que se está por perder por un ruin robo,
franceses y alemanes hablan de algunos de los mayores artistas que tierras
francesas han producido, la gloria y el orgullo de los galos que no debe
perderse, es la mujer quien inicialmente manifiesta mayor aprecio por ese arte,
con un conmovedor aunque inicialmente estéril discurso al respecto. Gauguin,
Cézanne, Renoir, Degas, Monet, Van Gogh, nombres sagrados dentro del arte
francés y europeo del siglo XIX, todos estos ilustres nombres se reúnen en ese tren que
se bautiza como el tren del arte, pues en efecto tiene a algunos de los mayores
exponentes de la pintura francesa. Algún cuadro de las nativas del gran Paul
Gauguin veremos, aunque era demasiado pedir que se explayen imágenes de esa
naturaleza, exponiendo las pinturas de los artistas, este hermoso y vistoso
elemento, mostrado en blanco y negro, finalmente pasa a ser secundario, tras
verlas someramente, las vemos siendo empaquetadas y rotuladas con los célebres
nombres de los pintores galos. Los prodigios pictóricos son mostrados, aunque
muy brevemente, al inicio primero en un cuarto repleto de ellos, el cuarto del
oficial nazi, luego de ese efímero instante no veremos los cuadros hasta el
final, en que son salvados. No deja de resultar tan curioso como atractivo apreciar
un filme yanqui en el que se habla del sensible arte francés, cronológicamente
se trata de los mayores exponentes de la corriente impresionista, la pintura de
la luz y de los colores, de las flores y del agua, de lo momentáneo y de lo
efímero, si bien, como es natural, cada artista después siguió su particular
rumbo, y otros como Manet y Picasso, terminan de completar una colección
prodigiosa. Interesante filme comercial, un siempre solvente Burt Lancaster no
ofrece su mejor actuación, pero sostiene su personaje, verídicos temas de la
postguerra, conflictos nazis con franceses, un trabajo aceptable del
camaleónico director yanqui Arthur Penn, colaborando con John Frankenheimer,
filme con una buena fotografía, y que termina con una elocuente imagen final,
el arte y la muerte juntos, las pinturas junto a los cadáveres, la vida y la
muerte, la creación y la destrucción juntas, la guerra desnuda la mayor inmundicia
humana, el contraste está servido para la imagen que sirve de colofón a un
filme decente, atractivo y rescatable, en el que se habla de temas deliciososos,
arte, pero también penosos y reales, la guerra, saqueo y robo de los nazis.
Hola, Edgar. Saludos desde España. He caído por casualidad en este rincón y me ha gustado. Quería darte mi enhorabuena por tu blog y por este artículo. Veo que eres una persona sensible y con ganas de intercambiar impresiones sobre cine. Te sigo.
ResponderEliminarRecibe un efusivo abrazo.
Gracias por tus palabras y por apreciar el sitio. Disculpa la tardanza en mi respuesta. Te invito a que sigas este y otros blogs míos:
ResponderEliminarhttp://cinecedad.blogspot.pe
http://stonemoviesspree.blogspot.pe
Saludos!