

La milicia del pentágono llega hasta el lugar, explican a Leonardo que el primer viaje interplanetario se realizó, llegaron a Venus, la criatura es proveniente de ahí, deben encontrarla, e inician la búsqueda, pero la bestia ha escapado. Libre, llega el monstruo hasta un granero, Hopper y los militares intentan detener con vida al animal, invulnerable a las balas. Las autoridades locales del pueblo están hartas, desean eliminar a la bestia, pero Calder interviene para seguir intentando capturarla viva, y se informa que el ser tiene una comprobada debilidad por la electricidad. Se articula un ataque coordinado con helicópteros y paracaidistas, atacan al monstruo en una cascada, y logran contenerlo, gracias a una malla electrificada lo dejan inconsciente. Calder y las autoridades lo tienen capturado, en un zoológico, estudiándolo, hasta dan acceso a la prensa, pero, lógicamente el animal llega a escapar. Hay histeria en el zoológico, la bestia se enfrenta a un elefante, matándolo, y luego enfréntase a los tanques y metralletas del ejército. Finalmente, consiguen matar al monstruo, cuando éste cae de una gran altura, todo ha terminado, y Calder y Marisa se quedan juntos.
Termina de esta forma una cinta ficcional correcta, sencilla, sin muchas vueltas o adornos innecesarios, simplemente se va al grano, una extraña bestezuela ha llegado proveniente del planeta Venus, llega a la locación del sur de Venecia, sale de su crisálida, y se desarrolla hasta convertirse en descomunal bestia. Gigantesco monstruo reptilesco, es un auténtico clásico del género, cuando por aquellos años las cintas de ciencia ficción estaban aflorando, y ganándose oleadas de adeptos, estaba cobrando fuerza un género que se convertiría en una de las columnas vertebrales del séptimo arte de entonces. Así, se sitúa la acción en el futuro de entonces, en el ficcional futuro de 1957, cuando los viajes interplanetarios eran una fantasía, el primer viaje de la humanidad fue a Venus, de donde se trajo a la colosal criatura. Curiosamente, no se trata de un monstruo destructor, no es un monstruo obseso con el caos, la muerte y la destrucción, la criatura es definida como un ser que responde con violencia cuando es atacado o amenazado, tal como le sucedió a un desafortunado e insolente cánido, y ciertamente el monstruo, con todo, pese a ser una criatura formidable e invulnerable a las balas, nunca ataca la ciudad. No es como en It Came From Beneath The Sea (1955), donde el descomunal y aberrante octópodo desquició las calles yanquis de San Francisco, ahora el monstruo reptiliano es atacado por los humanos, temerosos de la descomunal amenaza, aunque sea más una amenaza en teoría que en práctica, y es acorralado hasta que finalmente es liquidado. Con los efectos especiales de vanguardia para la época -obra y gracia de Ray Harryhausen, difunta gloriosa autoridad en el tema-, resulta agradable apreciar las secuencias que hacen uso de esos artilugios, resaltando aquella en la que la enorme bestia ataca al dueño del granero, y, cómo no, la magistral secuencia del enorme reptil librando singular batalla con el gran paquidermo, a quien finalmente derrotará y eliminará; las escenas de batalla entre ambos colosos son de lo mejor del filme, notables. Como se mencionó, tiene los elementos imprescindibles del género, el terror encarnado en el ser espacial, y, claro, también la cuota de romance con el coronel William Hopper y su enfermera, Joan Taylor, a quienes espera sublime sesión amorosa tras desaparecer la bestia. Un clásico del género, las personas indicadas, sabrán apreciarlo y disfrutarlo.
Esta pelicula me encanta, Ray Harryhausen era un genio.
ResponderEliminarAsí es Reynalda, un auténtico genio irrepetible.
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