La italiana Francesca Archibugi es la directora que nos presenta este muy
atractivo drama con ciertos tintes de política, pero, más que nada, sobre las
conflictivas relaciones familiares de un anciano hombre, que en el final de su
vida se acercará a su nuera y a la hija de ésta, su nieta. Un intelectual
hombre, de filiación comunista, que en los últimos años ha estado alejado de su
hijo, de pronto recibe la inesperada visita de éste, su mujer lo ha abandonado,
se ha ido dejándolo con su hija, y poco después, aparece la mujer, que tiene
afinidades liberales en sus concepciones, aunque no bien delineadas, y por su
pensamiento y acciones, chocará frontalmente con el conservador abuelo, que se
acercará mucho a su pequeña nieta. Ambos, suegro y nuera, irán congeniando, pese a sus
diferencias, pero al final, más podrán el ímpetu y fuerza de la juventud de
ella, que se marcha con la niña, dejando al anciano solitario. Lo mejor de la
cinta, naturalmente, será ver al encargado de encarnar al protagonista, el
siempre excelente Marcello Mastroianni, maduro ya, aportando toda su clase y
distinción, la experiencia de uno de los actores más brillantes de las últimas
décadas, que en la etapa final de su carrera, sigue dejando patentes muestras
de su seriedad y genialidad. Completan el reparto Sandrine Bonnaire y Giorgio Tirabassi,
en este intenso y serio drama realizado por la italiana Archibugi.
Da inicio la acción con una anciana y una pequeña niña,
en un vehículo de estilo hippie, la infante se llama Mescalina, en honor a los
hongos. Entonces aparece el Profesor Bruschi (Mastroianni), en su despacho,
escribiendo una carta a la pequeña, a quien llama Ocas, afirmando que leerá la
misiva cuanto tenga 18 años, cuando todo
sea diferente. Se apersona después a su casa Oliviero (Tirabassi), su hijo, afirma que su mujer lo ha abandonado por irse con otro,
llega con la pequeña Ocas (Lara Pranzoni), singular niña que tiene una amiga
imaginaria. Ambos se quedan a vivir con Bruschi, presenciando la niña el solitario
mundo del profesor, con escasos conocidos, salvo su ex mujer, la abuela, y
dando paseos. Es entonces que aparece Stella (Bonnaire), la madre, irresponsable y liberal, que quiere llevarse a su hija.
Oliviero se ha retirado al campo, a pastar cabras, y Stella, abiertamente en
contra del comunismo, ideología de Bruschi, también evita el consumismo,
cayendo en ridículas e imprácticas costumbres, se lleva a su hija y vuelve de
madrugada, ebria y con otro compañero sexual, despertando furia en el abuelo.
Quiere llevarse a la
fuerza a Ocas, que desea quedarse, peleando fuertemente con Bruschi y su ama de
llaves, Elvira (Zoe Incrocci). Finalmente tanto ella y su hija se
quedan.
La amiga imaginaria de Ocas
“fenece”, y, por su ritmo de vida, Stella tiene un accidente, se rompe la
pierna y está enyesada. Ante esto, Bruschi y su nuera se reconcilian, tratan de
convivir pacíficamente, forzosamente Stella se calma, por su condición, aunque
su mente sigue en sus aventuras, y hasta propone sexo al profesor. A su manera,
ambos van estrechando sus vínculos. Ocas va por unos días con su padre, con sus
cabras y las extrañas personas con quienes convive. Mientras, es hora de sacarle
el yeso a Stella, Bruschi cuida siempre de ella. Ella va recuperando la
locomoción, y los tres, con Oliviero, van viviendo como una familia.
Inevitablemente, ella vuelve a las andadas, hay problemas con la policía, pero
el lazo con el profesor ya está creado. Sin embargo, Stella vuelve a reunirse
con sus amigos, uno en particular, con quien desaparece por una semana entera,
y al volver, afirma irá a una gran reunión de su gente, quiere llevarse a
Ocas. Bruschi se opone, discuten nuevamente, pero en esta oportunidad, es
Stella quien se impone, se marcha, saca a la nieta de la vida de Bruschi.
Finalmente, el profesor se queda como empezó, solitario, y escribiendo la carta
que Ocas deberá leer cuando tenga edad suficiente para entender lo que sucedió,
cosa que ni el propio Bruschi logra del todo.
Entrañable y agradable cinta, que
nos sumerge poderosamente en el mundo del estudioso profesor, conservador, pero
de pensamientos sólidos y bien cimentados. Refinado individuo, gustoso de la
ópera, y del violoncelo, es un erudito, retirado profesor de filosofía, busca la
tranquilidad, añora la enseñanza, su rutina solitaria sufrirá un severo cambio
sin que él lo imagine. A su vida llega primero su hijo, un inepto cuya
existencia nunca fue relevante en demasía, y, más importante, llega la mujer de
éste, Stella, liberal joven, gustosa de la drogas, adepta al liberalismo y
anticomunismo, aunque su filiación será ciertamente sin fundamentos, sin bases
sólidas, conduciéndola a prácticas absurdas, que atentan contra su bienestar y
el de su hija. Es más juventud que cabeza, es más un reflejo de rebeldía que
una ideología cimentada, insensata que busca dar la contra al sistema,
represión y el consumismo, aunque con esto más se perjudique a sí misma que
diferencia alguna que haga; derrotada y rebajada por su estupidez hasta a
morder, literalmente, el polvo, la tierra, no se percata que de su vida puede
hacer lo que desee, pero también perjudica a su hija. Ella engendra a Ocas, a
quien llama Mescalina, por el delirante hongo alucinógeno, es una singular
niña, avivada, inteligente y despierta, habla del comunismo con su innata
inocencia, maneja inteligentemente la relación y situación de su insensata madre. Tiene una amiga imaginaria, por lo que ambas se convierten en Ocas, y la
imaginaria niña fenece, simbólicamente, cuando se quedan con el abuelo, ella va
madurando, probablemente más que su propia madre.
Ambos mundos, antagonistas, la
liberal joven y el conservador y rígido anciano libresco, de pronto se ven
conviviendo, es allí donde nace y se cimienta el intenso drama de la cinta, es
una relación de amor odio, que alcanza momentos de ambigüedad. Ella,
proponiendo sexo al maduro profesor, y éste, que la considera insensata e
irresponsable, inesperadamente ve despertar cierta atracción, es imposible olvidar
el momento en que afeita su pierna, y toda esa situación. Así, los polos opuestos terminan
congeniando, queriéndose inclusive, siendo apoyo el uno del otro, más de lo que
cualquiera de los dos hubiera imaginado, el viejo profesor cuida de Stella,
cuya desordenada vida de excesos le pasa factura, tanto físicamente como a su
propia existencia. La realizadora italiana nos aproxima más poderosamente a
esta historia narrándonos todo a modo de reminiscencias del erudito profesor,
todo es un recuerdo de la más vivida experiencia sobre el final de su vida, y
los pensamientos en off del profesor terminan por involucrarnos en los
acontecimientos, todos los que terminan por ser contenidos en la misiva que
escribe a Ocas para cuando madure. La cinta está realzada por la siempre
elegante, distinguida y sobria presencia de un gigante actoral como lo es
Mastroianni, con toda la parsimonia de sus años finales, en la que papeles
como éste serán a menudo de su elección,
sus interpretaciones tienen toda la seriedad, eficiencia y contundencia que un
soberbio actor como éste ha tenido, y a quien los años no hicieron más que
consolidar. Así se configura este bello drama, la juventud y la experiencia
juntas, pero separadas a la vez por un mundo entero, por sus distancias
ideológicas, por sus praxis, pero que por un momento, salvan esas distancias
por la niña. Muy agradable me resulta el final, en el que el viejo ignora ya
quién tenía razón, si él o la madre de la destinataria de la carta, es ya otro
mundo, es el mundo de los jóvenes, todo lo que vemos corresponde a la breve
estadía de Ocas en su casa, a la efímera irrupción de ésta en su vida, en la vida del
gastado individuo que se compara con una senil jirafa. Un personae que finalmente, moriría
como vivió, tras dormir toda su vida en el cuarto donde nació, y trabajar en el
despacho donde lo hizo su vida entera, tal y como Stella describe, y
preguntándose si podrá una adulta Ocas entender qué sucedió entonces, cosa que
el propio erudito no es capaz de hacer, mientras se despide con nostalgia de la
vida. Hermosa cinta, hermoso ejercicio cinematográfico europeo de la última
década del siglo XX.
Hola! ¿Sabés dónde puedo encontrar esta peli? La vi por Europa Europa hace un montón y me encantó.
ResponderEliminarEs exactamente donde yo también la vi. Lamento no tener un link, pero puedes buscarla en internet.
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