El montenegrino Frédéric Rossif, uno de los que mejor domina el género de los
documentales, dirige este apreciable y rescatable ejercicio sobre las difíciles
vivencias en tierras ibéricas durante la turbulenta Guerra Civil española, los
años de 1936 a 1939. Narra, con una riqueza en detalles exquisita, todos los
violentos sucesos que rodearon a aquellos violentos días, rebeliones,
enfrentamientos, redadas, asesinatos, los días de los bombardeos, la
resistencia de Madrid, la caída de Cataluña, siendo imposible que se dejara de
dedicar minutos a la inmortal incursión, el bombardeo a Guernica, hecho motivador de
innumerables alusiones y homenajes artísticos en todas sus manifestaciones. Es
un excelente compendio histórico, pero además tiene una fuerza en sus imágenes
que evidencian la maestría del francés realizador. Tiene para su desarrollo la
intervención de John Gielgud en la voz de
narrador en off y a Irene Worth como la co-narradora, ambos son
quienes profundizan lo que las imágenes nos van narrando, completando el
paquete audiovisual de un francés adentrándose en los traumáticos días de la
guerra civil española. Buen documental, estupendamente bien realizado, de un
dómine del tema, y que ilustra la que sin duda fue la etapa más turbulenta en
la historia ibérica, es un gran documento, no solo cinematográfico, sino
también histórico.
Las primeras imágenes son páramos
ibéricos, personas montadas en jumentos avanzan, avanzan en un campo de aridez
y austeridad, mientras la voz del narrador nos da alcances específicos. Son los
días de la retirada de Alfonso XIII, se inicia la república. Es 1936, hay
elecciones, el frente popular las gana, se genera violencia, peleas, quemas
públicas, asesinatos, la guerra civil comienza, se realizan muchas matanzas,
decenas de miles de personas mueren en semanas, y se produce la muerte de
García Lorca. Sin embargo, algunos ven una oportunidad en la guerra civil, pues
el fascismo se va esparciendo, y la Iglesia se pronuncia, apoyando la rebelión.
Hay fuertes enfrentamientos armados para calmar a los rebeldes, pero los espíritus
siguen ardientes. El fuerte Alcázar es uno de los principales objetivos, que es
liberado por Franco, los enfrentamientos continúan, se recibe apoyo
armamentista del resto de Europa, y también de elementos humanos, muchos
soldados de todas partes del continente son enviados a morir en Madrid.
El General Mola prosigue con sus
arduos ataques, un Madrid sin gobierno resiste estoicamente, se realizan
bombardeos, muchos civiles mueren, se resiste como se puede. Muchos miles mueren
rápidamente, muertes internacionales, hay intervencionismo de Mussolini, Madrid
no cede. Las principales figuras dirigentes del mundo, naturalmente, se
pronuncian, Hitler, Chamberlain, toman lado. Se ejecuta sin realizar juicio a
muchos republicanos, el gran Unamuno también se manifiesta, en tono pesimista.
Los bombardeos se suceden, y tiene lugar el tristemente célebre bombardeo a
Guernica. La severa lucha continuó, los republicanos no cedían. Es 1938 ya, la
batalla no se detiene, involucrando soldados de América y África inclusive. Los agotados republicanos reculan por un momento, se prepara una final y máxima
ofensiva, a través del Ebro, batalla equipada con tanques, y que finalmente es
victoria, Habiendo vencido los republicanos, Franco rechaza una oferta de paz,
recibe apoyo de Hitler, es Navidad, y tras un ataque, cae Cataluña. Es 1939,
España ha sido desolada, la guerra civil terminó, y nunca llegó la solución.
La cinta, realizada en un
impecable blanco y negro, es desde el comienzo triste, se trata de eventos
funestos, y desde el comienzo, con una tristísima melodía, ilustrando el
páramo español, plagado de desolación, de austeridad, son los estragos de una
etapa terrible. Como se mencionó, uno de los fuertes del documental presente
son sus imágenes, de sobrecogedora fuerza algunas, son severamente expresivas
imágenes, figuras que, sin palabras -la forma más efectiva-, expresan el dolor, la depresión, la
destrucción a que se sometieron esas tierras; y los melancólicos y numerosos
claroscuros que genera el realizador, incrementan esa desolación, esa tristeza.
Todo esto desemboca en un producto que denota una preocupación estética grande,
enriquecida con unas tomas de la ciudad tipo postal, exquisitas imágenes. Es
pues una narración visual notable, que se fundamenta en esas elocuentes
imágenes, muchas fuertemente iconoclastas, ilustrando el poder de la Iglesia,
la religión, pero también factores ineludibles, el factor socioeconómico,
obviamente, el político también, es un estupendo mosaico el que el francés
prepara, una amalgama de los distintos ámbitos y disciplinas que conformaron el
presente de ese entonces. Masacres y muerte que se cuentan por decenas de
miles, todo ocurre en un escaso margen de tiempo, y la precisión de Rossif
incluso nos ilustra cartográficamente sobre los eventos, ciertamente es como si
nos lo mostrara todo, es la historia total de lo sucedido. Es un documental
pleno, que nunca flaquea en su conciso desarrollo, con buen ritmo, resaltando
los momentos literarios, con tono poético, del tristemente célebre e
inolvidable suceso en Guernica, reflejado en los rostros de quienes lo vivenciaron. El título es tan elocuente como su narración visual, las masas humanas que
desfilaban hacia la muerte, iban a morir en Madrid, esas masas son ilustradas,
y es que fue un conflicto global, que implicó a Europa entera, y a sus
principales dirigentes. Las calles, los distritos, los agrestes parajes,
tristeza, muerte, todo es documentado, y con una música solemne y acorde a lo
expuesto, se configura una joya dentro de los documentales, realizado con
maestría, con un gran pulso y dominio.
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