domingo, 25 de marzo de 2012

El cuervo (1994) - Alex Proyas

Atractivo thriller el que presenta el egipcio Alex Proyas, pequeño clásico que alcanza cierta fama de cinta de culto, tanto por su oscuro y seductor tema, como por el también oscuro y misterioso final que tendría su protagonista. Adapta el director el conocido cómic sobre un fantástico personaje, que vuelve del más allá, de la muerte, para consumar una venganza, tras haber sido brutalmente asesinado junto a su prometida. Es la historia de Eric Draven, un talentoso guitarrista, felizmente comprometido con su hermosa novia, ambos tendrán trágico final una noche antes de la noche de brujas, denominado Noche del Diablo, en las más violentas calles yanquis. El atormentado sujeto regresará a la vida con la ayuda del ave del título, un cuervo que lo volverá invulnerable, cobrando venganza, uno a uno, cual cazador, de todos sus agresores. Interpretada por Brandon Lee, la cinta generó mucha controversia y atención desde antes de ser estrenada, por el bizarro suceso de la muerte de Lee durante el propio rodaje, al ser impactado por una bala real que debía ser una bala de utilería, feneciendo pocas horas después. La cinta logró ser terminada combinándose actuación de un doble, retoques y trucos por computadora, y dedicándose la cinta al difunto hijo del mítico Buce Lee. Elevada con cierta razón por ello a la categoría de cinta de culto, la película es un atractivo ejercicio oscuro, retratando pandillas, drogas, yonquis, música underground y mucha violencia.

       


Una voz infantil femenina en off nos informa de ciertas creencias de cómo a veces, solo a veces, muertos vuelven a la vida. Son calles yanquis, las más violentas imaginables, y es el día más violento, 30 de octubre, noche antes de Halloween, rebautizado allí como La Noche del Diablo, mucha violencia, y la policía se ve imposibilitada de controlar todo. En una casa, un brutal crimen se produjo, una joven, Shelly Webster, y su novio fueron asesinados, y la pequeña amiga de ellos, Sarah (Rochelle Davis), queda consternada. Un año después, de su tumba se levanta el eliminado novio, Eric Draven (Lee), tambaleante, desorientado, ante la vista de un cuervo, rememora lo sucedido, va a la tumba de su muerta novia. Siempre con la vigilancia del cuervo, comienza a moverse, y su primer paso es eliminar a Tin Tin (Laurence Mason), colaborador de la banda más temida del lugar, un responsable de su muerte. A continuación elimina al siguiente, Funboy (Michael Massee), lo elimina en el propio cuartel general de la banda, y es invulnerable a golpes y balas. Habla también con el Sargento Albrecht (Ernie Hudson), que ayudó su novia hasta el final, mientras el máximo jefe, Top Dollar (Michael Wincott), se entera de lo que sucede. El siguiente en caer es T-Bird (David Patrick Kelly), pirómano eliminado en su carro que explota.




La adolescente Sarah también ve y habla con el resucitado Eric, mientras Top Dollar, ya al tanto de todo, prepara un contraataque contra el temible vengador. Va por el último, Skank (Angel David), va hasta una reunión de toda la banda, donde se desata una brutal balacera, una carnicería en la que Eric elimina a todos excepto al jefe, y es atacado a su vez por la policía, siendo ayudado por Albrecht. En tanto, Myca (Bai Ling), hermana y amante de Top Dollar, deduce que la oscura ave es la fuente de inmortalidad del vengador, y se preparan a atacarlo. Tras despedirse Eric de Sarah, la adolescente es capturada y usada como señuelo, el guitarrista es atraído, y su vulnerabilidad se evapora cuando lo alejan del cuervo, e incluso Myca logra capturar al ave; pero el oscuro animal le saca los ojos, y ésta muere cayendo por un campanario. Albrecht lo ayuda en su venganza, cae herido, y ya vulnerable, Eric es herido por los ataques del recio Top Dollar, a quien logra eliminar al trasmitirle todo el sufrimiento por el que pasó Shelly, y el líder de la banda cae desde lo alto, muere atravesado. Finalmente los tres sobreviven, la niña, el policía y Eric, y el resucitado vengador vuelve al cementerio, a la tumba de Shelly (Sofia Shinas), que se manifiesta en surreal beso.




La adaptación del cómic de James O'Barr  resulta un buen ejercicio de oscuro cine, enmarcado en el más violento territorio yanqui, donde habita y pulula la más demencial escoria humana, pandillas, armas, muerte y violencia, drogas, cocaína, heroína y morfina, yonquis asesinos, es una tierra de nadie, donde provocadores y seductores conciertos underground se realizan, es una oscura locura la que impera en la ciudad. Ideal escenario para que surja el más oscuro resucitado, un antiguo guitarrista, gran artista que vuelve a la vida gracias a un cuervo, vuelve a hacer justicia por lo que se le hizo a él y a su novia, es el asesino de asesinos, y tiene un look que se volvió de culto, con el gran abrigo de cuero negro, el color de toda su vestimenta, el blanco maquillaje en su rostro, y el gran detalle del ave más oscura de todas, el cuervo que se posa en su hombro, su protector y dador de invulnerabilidad. Se materializa la soberbia imagen del muerto viviente, el inmortal e invulnerable personaje lúgubre tocando la guitarra, las poderosas estridencias de sus cuerdas desde lo alto de un edificio le dan un toque mucho más poderoso, a un ser que cuida el cuerpo humano, repartiendo consejos contra la heroína y tabaco. La oscuridad de la cinta se incrementa con una banda sonora muy acorde a la cinta, escuchando desde Stone Temple Pilots hasta The Cure, pasando por Nine Inch Nails, con un atractivo cover de Joy Division, Rage Against the Machine, Violent Femmes, Pantera, y un atmosférica y envolvente participación de Medicine; las bandas de la época más representativas del rock, heavy metal, música alternativa, conciertos subterráneos de rock progresivo y experimental en las más marginales y demenciales calles yanquis, es una muy memorable banda sonora, que con su oscuridad dota a la cinta de personalidad propia y más asertiva. Y todo este oscuro entramado es observado por los vigilantes ojos del lúgubre cuervo, siempre vigilando, siempre guiando a Eric, la fuente de todo el poder a la que se realizan atractivos primeros planos, el rostro del ave, sus ojos, lo inundan todo. Asimismo, es buena la construcción del personaje del máximo villano, Top Dollar, enorme sujeto, de imponente apariencia, retorcido drogadicto, que fornica con su hermana, inhalando cerros de cocaína, aficionado a las espadas, un auténtico demente. Sangre, gárgolas y el oscuro manto de la noche que lo cubre todo, y es que todo sucede en una sola noche, La Noche del Diablo, en la que el asesino de asesinos se levantará de entre los muertos, a impartir justicia, dejando para el recuerdo su máxima de “no siempre lloverá”. Inevitablemente controversial por la extraña muerte de Lee, elemento bizarro que le da a la cinta un halo de auténtica sordidez, de genuina oscuridad, pues la muerte ciertamente emana de los poros de la película. Buen thriller, repleto de tinieblas y podredumbre, muy atractivo ejercicio para los que gusten del género.










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