miércoles, 18 de enero de 2012

Estación polar Cebra (1968) - John Sturges


Sturges lleva a la pantalla grande esta cinta, Estación Polar Cebra, adaptación de la obra literaria del mismo título de 1963 escrita por Alistair MacLean, escritor al que se le deben reconocidos guiones de sendas cintas norteamericanas, entra las que destacan Los Cañones de Navarone  (1961), y Donde las águilas se atreven (1968), y, en opinión de quien escribe, quizás esa sea su mayor virtud, contar con un guión de un reconocido escritor, pues en cuando a la puesta en escena misma, y al relato de la acción, mucho que desear queda. Ciertamente es una cinta de cine norteamericano, una propuesta comercial, del corte de tipo de cine de su director, de ahí que su narración sea completamente lineal, y por momentos incluso llega a sentirse indebidamente aletargada. Esta es la historia de un submarino estadounidense que se enrumba en una misión hacia la estación del título, Cebra, en el Polo Norte, y a bordo los yanquis llevan a un británico, que es, sin que ellos lo sepan, un agente secreto que busca a un espía ruso, pero más de una sorpresa se dará durante el cumplimiento de la misión. Cuenta, como uno de los puntos que la realzan, con un buen elenco, encabezado por Rock Hudson, el apreciable Ernest Borgnine y Patrick McGoohan, una plana actoral bastante decente que compensa en parte las carencias de esta cinta de acción que peca por momentos de inacción.

          


La cinta comienza en el Polo Norte, donde los soviéticos están realizando pruebas aéreas, tras lo cual, el oficial norteamericano James Ferraday (Hudson), es contactado, se le informa que la estación Polar Cebra está en peligro, una estación en el Polo Norte que está aislada y sin comunicación, escuetamente se le asigna la misión de llevar a un personaje de la milicia británica ahí. Se enrumba entonces en su misión de rescate, con el tripulante británico David Jones (McGoohan), de inciertas intenciones. Inician sus actividades, avanzan, tienen acceso a un mensaje de la estación polar, donde solicitan auxilio inmediato. Después, llega en un helicóptero el soviético Boris Vaslov (Borgnine), que es muy amigo de Jones, y más que eso, ambos son espías, los yanquis no lo saben, mientras Vaslov fisgonea por el submarino. Prosiguen con la misión, pero el submarino no puede emerger por las gruesas capas de hielo del congelado mar, y sufren un imprevisto con la nave, las profundidades del área polar son un problema, el submarino tiene un accidente, se llena de agua y se hunde alarmantemente, pero se logra estabilizar, y tras muchos esfuerzos, logran emerger al fin, salen a la superficie.





Ya afuera, la tripulación se mueve entre la nieve y grandes bloques de hielo, se movilizan y llegan a la buscada estación Cebra, donde sus sobrevivientes están agonizando, congelados, no hay radio, Ferraday y los suyos empiezan a buscar, entre cadáveres congelados, el motivo de lo sucedido. Por otra parte, Jones y Vaslov buscan por su cuenta algo, y lo hacen clandestinamente, sin que Ferraday lo sepa. Pero el norteamericano confronta a Jones, que acaba confesando su versión, ser un agente secreto británico, buscando una película fotográfica, que fue robada por los rusos, y que contiene información altamente importante y secreta sobre milicia y satélites. Continúan entonces con la búsqueda de la película, mientras jets soviéticos se aproximan, intervendrán, el tiempo apremia, y, de pronto, Vaslov noquea a Jones, e intenta que un oficial estadounidense lo elimine para distorsionar la situación, pero Jones despierta, e ignorando todo, elimina al americano primero. Aterrizan paracaidistas soviéticos, tienen la misión de recuperar una cápsula, conteniendo la película, y tras encontrarla la tripulación del submarino, hay una dura pugna por la ella. Tras agresivas negociaciones, Vaslov sustrae la película, y cuando está a punto de desatarse un enfrentamiento, la cápsula, conteniendo el film, es detonada remotamente por los americanos, poniendo fin al conflicto, y conformando un ejemplo de cooperación internacional.




Termina de esta manera una cinta, que parecía a primera impresión que sería el clásico enfrentamiento de yanquis contra soviéticos, y en cierto aspecto lo es, película de acción que lamentablemente termina ahogándose en un innecesariamente aletargado desarrollo. Y es que hay una inacabable palabrería y detalles que bien pudieron ahorrarse, de paso reducir su extensa duración, 150 minutos, dos horas y media de no mucha acción, para una película que, para tanto metraje, cuenta bastante poco, y esa inactividad va obviamente en detrimento de la cinta. Su narración es completamente lineal, sin ornamentos, y casi completamente sin música, todo crea un hermetismo aletargado en el que durante más de toda la primera parte, en 90 minutos, el claustro del submarino nos invade también, excesivo metraje para un tramo de la cinta en el que ni siquiera se ha llegado al meollo del asunto, la estación polar. Asimismo, hay un sentido simplismo de algunas partes, especialmente el final, donde un álgido enfrentamiento yanqui-soviético se termina sin mayor represalia, como si todo lo visto, finalmente desembocara en nada, un final que, a fin de cuentas, es acorde al desarrollo de la cinta. Finalmente, un detalle bastante llamativo es que la película haya sido nominada a dos Oscar, incluida la categoría de los efectos especiales, cuando un despliegue notable de esa naturaleza nunca se aprecia en la misma, y cuando los escenarios en el Polo Norte, los bloques de hielo y la nieve, se notan por completo artificiales, algo bastante curioso. Interesante sería leer el libro para comparar si estas falencias se encuentran también en la obra inspiradora, pero es algo que, de momento, no he realizado. En líneas generales, una cinta que no termina de convencer, cine yanqui que se dilata sin necesidad, cine comercial, pero que, al paladar adecuado, puede entretener.



1 comentario:

  1. Me pareció buena la película a pesar de las deficiencias de haber sido rodada, en gran parte, en estudio. El elenco de actores muy correctos, especialmente Hudson.

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