Amor muerte tarantela y vino (1978) – Lina Wertmüller

La alemana Lina Wertmüller nos presenta este trabajo trágico, que se apoya en las actuaciones de gigantes del cine italiano, Sophia Loren, Marcello Mastroianni y Giancarlo Giannini juntos. Una historia de sufrimiento, engaños, desengaños, frialdad, pasión, que nos sabrá mantener enganchados hasta el final. Presenciaremos un excelente trabajo de cámara, una muy buena elaboración de las secuencias de planos, pues seremos deliberadamente bombardeados constantemente con prolongados primeros planos de los tres protagonistas, lo cual incrementará la intensidad del drama, hará cobrar mayor vitalidad a los sufrimientos y emociones de los personajes del filme.  Esta ciertamente excelente y acertada selección de planos, enaltecerá aún más las correctas actuaciones estelares, nos introducirá en las tres historias, nos involucrará más profundamente en la acción, penetraremos dentro del ser de cada unos de los personajes, la viuda, el abogado y el familiar de la viuda.

                                         

      

Situado en Turín, la mafia fascista se encarga de arruinar la vida de la mujer interpretada por Loren, quien queda viuda por culpa del fascismo, lo cual amarga su existencia, y deja en su cabeza una sola idea: venganza. En su vida aparecen dos personajes, ambos con algo en común: pierden la cabeza por la madura pero aún atractiva viuda. Uno es el abogado Spallone, interpretado por Mastroianni, que se involucra incidentalmente con ella, se apasiona por ella, pero la viuda lo ve como lo que fue, algo meramente incidental. Paralelamente la mujer se relaciona con un primo de su difunto esposo, venido de los Estados Unidos, y que abrigaba un enamoramiento por ella desde décadas atrás, desde su infancia. La mujer se valdrá de su poder e influencia sobre ambos para sacar provecho a su favor. Los utiliza sin miramiento, ignorando ellos la situación, pero teniendo un encuentro singular en una partida de póker. Mientras tanto la mafia fascista sigue haciendo estragos en los 3 personajes. En un enfrentamiento con los fascistas mafiosos, los dos hombres del triángulo amoroso matan a su líder y violador de la viuda, con lo que firman su sentencia de muerte. Sabedores de que serán perseguidos por el homicidio, intentan huir, pero ambos serán liquidados cuando estaban a punto de hacerlo en compañía de la mujer.

                             

             

En una bien lograda secuencia final, los dos hombres yacen moribundos en el suelo, uno encima del otro, Sophia Loren abraza a ambos, lamenta sus muertes, pero sufre más por la muerte del personaje de Giannini, por quien sentía un auténtico amor después de todo. Remarcable realmente el plano final de los tres rostros, es el colofón más adecuado para todo el trabajo de cámara ya mencionado que observamos durante todo el filme, es un gran epítome de ese agradable y atrapante trabajo de primeros planos, que dota de mayor expresividad y drama a las acciones, al relato mismo. En líneas generales, es un drama interesante, que si bien he leído alguna crítica negativa al respecto, considero su buena puesta en escena, su buen tratamiento de los planos, sus momentos intensos para una historia rodeada de muerte y violencia. Recomendable.