
Acabando la Segunda Guerra Mundial, un barco carguero norteamericano ha sido atacado y hundido por fuerzas alemanas, y los desesperados sobrevivientes llegan hasta un bote salvavidas, donde se congregan pasajeros de distinto origen. Así, veremos subir a John Kovac (John Hodiak), un trabajador de las maquinarias del barco, a Constance Porter (Tallulah Bankhead), una famosa periodista, a Gus Smith (William Bendix), al adinerado empresario Charles S. Rittenhouse (Henry Hull), entre otros, a los que se suma el más controversial sobreviviente, un marinero alemán llamado Willy (Slezak lo interpreta), incapaz de hablar inglés, que divide opiniones de los náufragos, pero se queda a bordo. Sube también una mujer, Alice MacKenzie (Mary Anderson), cuyo bebé muere, mientras siguen navegando todos a la deriva, sin brújula. Ritt se auto proclama capitán y delega las tareas del bote, mientras Kovac minimiza la labor de Connie, y se decide ir hacia Bermuda, donde el escenario es más propicio para el rescate. El alemán, que secretamente es el único con una brújula, sugiere un rumbo distinto, diciendo que es el camino a Bermuda, pero el asertivo Kovac, que toma el mando, decide el rumbo opuesto. A todo esto, Gus resultó herido en una pierna, y el nazi, traducido siempre por Connie, afirma que la amputación de la misma es imperativa, operación que realiza él mismo asistido por Alice.


