Excelente película que continúa con la senda anterior de Greenaway, sus directrices y características previamente apreciadas en trabajos pasados. En esta ocasión el británico se adentra profundamente en la cultura asiática, específicamente las culturas japonesa y china, para obtener un producto visualmente poderoso, lo cual es una característica ya usual en él, pero a esto se suma la solemnidad de la mencionada cultura, su belleza estética, lo cual conformará un lenguaje visual/narrativo soberbio, único. Las historias extrañas y plagadas de morbo son cosas inherentes al cine de Greenaway, y ahora apreciaremos nuevamente ese instinto de mostrar un ambiente enfermo, así como las bizarras acciones de sus protagonistas. La trama es muy original, atrapa, y las acciones inverosímiles definitivamente terminan por enganchar a la audiencia, que presencia un ejercicio narrativo visualmente distinto, disfruta de la estética oscura y hermosa del británico, potenciada por la belleza de la cultura asiática, su música, sus rasgos literarios, sus respetuosas costumbres.
La protagonista, Nagiko (Vivian Wu), es pintada en su rostro cada cumpleaños por su padre, acción que la deja marcada física y espiritualmente, en una peculiar presentación del director, que con música e imágenes va retratando situaciones ligadas a las costumbres asiáticas, específicamente la pintura corporal, y su solemne importancia y significancia en esa cultura. Al cumplir 16 años, es exhortada a llevar un diario (Pillow Book), que llenará con sus observaciones, y que ella piensa que en el futuro puede ser un recopilatorio de sus amantes. Nagiko conoce a su futuro esposo, los años van pasando, ella crece y su cuerpo sirve más y más como lienzo de escrituras, una acción ritualista que cala en sus aspiraciones como mujer, donde las capacidades sexuales y caligráficas de su amante serán indivisibles. Ya casada, su esposo, hijo adoptivo de un editor que tiene relaciones homosexuales tanto con él como con el padre de Nagiko, reprueba sus escritos, y los quema, por lo que ella abandona Japón y se va a USA. En tierras yanquis, siendo una exitosa diseñadora, sigue a la búsqueda de su perfecto amante y calígrafo. Conoce a Jerome (Ewan McGregor), un versátil traductor que resulta ser el amante del editor (Yoshi Oida), que la rechaza en sus intentos de publicar sus escritos.
Ella lo seduce para convencer al editor, pero se enamora de él, pinta en el cuerpo de él, y sus textos son aceptados. Ella también utiliza otros cuerpos para escribir sus otros libros, lo cual enloquece de celos a Jerome, que termina suicidándose involuntariamente, y ella regresa a Japón. En una bizarra y terrible acción, el editor descubre que hay un escrito en la piel del cadáver de Jerome, por lo que exhuma el cadáver, lo desolla y encuaderna su piel, obteniendo su propio Pillow Book. Indignada, ella le escribe el resto de sus 13 libros al editor, exigiéndole que le devuelva el libro humano de Jerome, lo cual él acepta, y va recibiendo los textos en distintos cuerpos de personas. En el texto final, enviado en el cuerpo de un sumo, ella desvela su identidad, y le confronta directamente por sus crímenes: haber humillado a su padre, corromper sexualmente a su esposo y a Jerome, y lo peor, haber profanado su cadáver, ante lo cual, el editor acepta la culpa y se deja eliminar por el sumo. Finalmente, Nagiko entierra el libro bajo un bonsái, y le pinta la cara a su hija, hija de Jerome, siguiendo la tradición en su cumpleaños 28, fecha en que cumple mil años el diario original, inspirador del suyo.
Una de las cosas más llamativas del filme es su original narrativa visual, la constante superposición de imágenes, combinación de momentos, que sirve por momentos de ilustración de las páginas del diario de Nagiko. Combina estas superposiciones con la presentación de unas mini pantallas, donde presenta eventos futuros, juega con los colores, plasma su sello estético, está intacta su capacidad creadora de ambientes, utilizando la música, y claro, una atmósfera oscura. Un filme de Greenaway generalmente es plenamente reconocible, y esta no es la excecpción, ya sea por la mencionada originalidad en el tratamiento audiovisual, o por la sordidez, el morbo de ciertas situaciones que se den en la cinta, lo que se hace evidente durante el visionado. Asimismo la fusión de los idiomas, hasta seis, tanto en los escritos, en la escenografía, en la pintura corporal, expresan poderosamente los momentos, especialmente los momentos de sexo de la pareja, repleta de intensa pasión, bellamente complementados con las mini imágenes, y unas canciones donde de maximiza esa fusión de idiomas. La solemnidad oriental, su severidad, se reflejan bien en la cinta, en la que el arte transgrede los medios convencionales, en la que el cuerpo humano se funde literalmente con el arte, una nueva muestra de lo inconteniblemente irreverente pero a la vez visualmente poético que el director sabe ser. Es una película muy de Greenaway, bizarra, morbosa, hermosa, que se ve potenciada por la narrativa visual y musical, además de los experimentos técnicos que realiza, que observaremos asimismo en posteriores obras del siempre consecuente y coherente cineasta inglés. Excelente titulo del británico, muy recomendable, que dejará satisfechos a los seguidores del realizador, y a los que no lo son, probablemente les dejará un sinsabor seguido de algún malestar de estómago.
Es curiosos , cuando vi este post , no lo leí , pero lo guarde en mi lista de lecturas postergadas , hasta que encontré la película,ahora que vi la película retome tu post y lo leí. Me parece una correcta sinopsis. Así que estaré pendiente de tus post como una cartelera. :)
ResponderEliminarGracias!. Te invito a su vez a visitar otros blogs míos:
Eliminarcinecedad.blogspot.pe
stonemoviesspree.blogspot.pe
Saludos!
No fue una película que quedará dentro de mis favoritas, pero acepto que el director hace un buen trabajo porque la cinta tiene algo que te atrapa y bien dices te deja con un malestar de estomago, tiene una manera de ver el cine muy diferente al resto.
ResponderEliminarAcertadas palabras.. es un cineasta diferente a la gran mayoría, seductor como pocos, un referente del cine arte..
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